Hablemos de valores: LA HONESTIDAD, ¿un defecto o una virtud?

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La honestidad, todos sabemos lo que significa, es la cualidad de la persona o cosa que es honesta, se refiere a que como personas debemos decir siempre la verdad, esto no significa que podemos herir a los demás, ¡no!, la honestidad es la base de otros valores, uno esencial a la hora de relacionarnos es, el respeto. Para ser honestos hay que ser objetivo, hablar con sinceridad y respetar las opiniones de otras personas.

Otro valor que se relaciona con la honestidad, por ejemplo, es la lealtad, que es el sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien. Para ser honesto debe haber una coherencia entre lo que se piensa, se sienta y se haga, por lo tanto, es el valor positivo que se contrapone al valor negativo de la hipocresía; al ser deshonestos muchas veces pudiera pensarse que se esta siendo hipócrita con los demás cuando en realidad lo estamos siendo con nosotros mismos, ya que estamos actuando en contra de lo que pensamos y sentimos.

Pero en la vida y como en todo no faltan los obstáculos, y para la honestidad uno de los mayores es, la impunidad, que permite que se puedan violar las leyes y traicionar los compromisos sin que haya una sanción. También el éxito de los “astutos” y los mentirosos, que hacen parecer ingenuas a las personas honradas y responsables, pues trabajan más y consiguen menos que aquellas que viven haciendo trampas. Otro es la falta de incentivos y reconocimiento para quienes cumplen con su deber y defienden sus principios y convicciones a pesar de las dificultades que esto les pueda acarrear.

Pero no os agobiéis, el mundo está lleno de buenas personas, si no las encuentras, sé una de ellas.

Lo bueno de ser honesto, es que es una actitud que siembra confianza en uno mismo y en los demás. Hace que actuemos siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia, dando a cada uno lo que le corresponde, incluyéndonos.

Antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas, los valores deben primero vivirse personalmente. Aquí os dejo algunas recomendaciones que favorecen la honestidad.

– No te aproveches de la ignorancia de los demás.

– Guarda como propio el secreto ajeno.

– Evita provocar discordia y malentendidos entre las personas que conoces.

– Evita guardar las cosas que no te pertenecen y restituye todo aquello que de manera involuntaria o por descuido hayas dañado.

– Enfrentar con valor tus defectos o errores y busca la manera más eficaz de superarlos.

– Rectifícate cada vez que te equivocas y cumple con tus deberes y obligaciones, en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.

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La honestidad es un valor que, una vez aprendido y asimilado, se convierte en una actitud. Ser honesto hace que los niños actúen siempre con base en la verdad y en la justicia. Para ofrecer una educación en la honestidad a los hijos, tanto los padres como los educadores tienen en sus manos una gran misión.


Os dejo 10 consejos para educar la honestidad en los niños:

1- La honestidad atrae honestidad. Así que lo primero que deben hacer los padres y educadores es predicar este valor con el ejemplo. Es hacer lo que se dice y no decir y prometer para luego no cumplir.

2- Para desarrollar la honestidad en un niño es necesario formar nociones, conocimientos, habilidades, sentimientos y emociones, vivencias y experiencias que lo lleven a ser honesto.

3- Lo primero, enseñar a los niños a que sean honestos consigo mismos. Llevarlos a conocer sus limitaciones, sus virtudes y defectos, y su conducta.

4- Es importante hacer conocer a los niños que un comportamiento honesto genera buenos amigos y un reconocimiento moral positivo en los demás.

5- Ser honesto es esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.

6- Ser honesto es no apropiarse de lo ajeno, es ser sincero en la relación con el otro, es no mentir y siempre decir la verdad, por más dura que sea siempre con respeto hacia los demás,

7- En la escuela o en casa, los profesores y los padres pueden invitar a los niños a hacer dibujos o a pintarlos y colorearlos en que se destaque la ayuda a otras personas.

8- Los niños pueden interiorizar ejemplos de honestidad a través de la conversación, la observación y del juego con sus padres, hermanos y educadores.

9- Por cada conducta honesta que desarrollen los niños, habría que saber premiarlas a su tiempo. El premio puede reforzar esta conducta en los niños.

10- Hablar a los niños sobre las consecuencias de la deshonestidad. Una persona deshonesta puede sufrir de soledad, de ansiedad, de ser tachado de mentiroso, de no tener amigos ni la confianza de los demás.

Definitivamente la Honestidad es una virtud. ¡A practicar!