A su vez, dada la posición que la paciente debe mantener durante la exploración,
«existe la posibilidad de que el protector de tiroides interfiera creando artefactos en la imagen, que pueden afectar a la calidad de la misma y, por tanto, a un correcto diagnóstico. Esto podría, incluso, hacer necesaria la repetición de la mamografía, lo que implicaría un incremento injustificado en la dosis recibida en la mama»
Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) y Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama (SEDIM)
Ahora bien, en cuanto a los factores de riesgo para desarrollar cáncer de tiroides, obviando aquellos inherentes al paciente como la edad, sexo, antecedentes familiares, etc, y centrándonos específicamente en el tema que nos compete, la radiación, la exposición a esta es un factor de riesgo probado para el cáncer de tiroides, sí. Entendiendo como fuentes de tal radiación ciertos tratamientos médicos y precipitación radiactiva de armas nucleares o accidentes en plantas energéticas; pero, se sabe que el riesgo del cáncer de tiroides está en los tratamientos médicos de radiación dirigidos a la cabeza o al cuello, y principalmente durante la infancia. El riesgo depende de la cantidad de radiación administrada y de la edad del paciente. En general, el riesgo aumenta a mayores dosis y mientras menos edad se tenga.
Bien es cierto que antiguamente se trataba a los niños con bajas dosis de radiación para padecimientos en los que hoy día no usaríamos, como por ejemplo el acné, las infecciones por hongos en el cuero cabelludo, hipertrofia de amígdalas. La radioterapia administrada a los niños para algunos cánceres, como linfoma, tumor de Wilms y neuroblastoma también aumenta el riesgo.
Otros estudios como las radiografías y las tomografías computarizadas igualmente emiten radiación, aunque a dosis mucho más bajas. Sin embargo, no está del todo claro cuánto podrían aumentar estos estudios el riesgo de cáncer de tiroides (u otros cánceres). De existir un aumento en el riesgo, este probablemente sea mínimo, sin embargo, no se recomienda a los niños someterse a estos estudios a menos que sea absolutamente necesario.
Aun así, se sabe que la exposición a la radiación en la etapa adulta conlleva un riesgo mucho menor de padecer cáncer de tiroides y que como bien dije antes, principalmente en radiación dirigida a cuello y/o cabeza y no específicamente a la mamografía.
Puedes leer la nota técnica completa de la SEPR y la SEDIM sobre la utilización de protectores plomados de tiroides en mamografías aquí.
Gracias!!! por la clara explicacion ,, ya q tenia dudas al respecto.. ya me puedo quedar mas tranquila ,.. porque ya se q es minima el riesgo a dicha radiacion .
Me alegra saberlo, saludos ; )