Una de las patologías bastante común que recibo en consulta es la fascitis plantar. Esta patología consiste en la inflamación del tejido elástico que va desde el calcáneo (talón) hasta la zona metatarsal (debajo de los dedos).
La fascitis plantar es una causa frecuente de talalgia (dolor en el talón) en el paciente adulto. El dolor es originado frecuentemente por una degeneración colágena a nivel del origen de la fascia plantar en el tubérculo medial del calcáneo.
La causa de la degeneración son los microtraumatismos repetidos de la fascia plantar que muchas veces sobrepasan la capacidad para la autoreparación de la misma.
Existen muchos posibilidades de tratamientos, tales como el reposo, estiramientos, fortalecimiento, cambio de calzado, arcos de apoyo, soportes plantares, férulas nocturnas, antiinflamatorios y cirugía. La fascitis plantar debe ser tratada mediante tratamiento personalizado; más adelante te daré consejos que podrás aplicar para mejorar esta dolencia.
El síntoma clásico de la fascitis plantar es que el dolor más importante se produce por la mañana durante los primeros pasos, aunque no todos los pacientes tienen los mismos síntomas. Los pacientes a menudo advierten el dolor durante comienzo de la actividad y disminuye o desaparece con el calentamiento de la zona. El dolor puede también aparecer con la bipedestación prolongada acompañada de inactividad.
¿Por qué sucede esta patología?
Existen una serie de factores de riesgo para esta patología, entre los cueles están:
- Sexo femenino.
- El sobrepeso.
- Trabajar en una ocupación en la que debes caminar o estar de pie sobre una superficie dura durante largos periodos de tiempo.
- Caminar o correr largas distancias con regularidad.
- Tener músculos tensos en la pantorrilla, pie plano o arcos elevados.
- La excesiva pronación del pie.
- El uso de calzado inadecuado.
- El acortamiento de los músculos isquiosurales (músculos de la cara posterior del muslo) y acortamiento ó debilidad de los gastrocnemios, soleo, tendón de Aquiles y musculatura intrínseca del pie.
- Los microtraumatismos de repetición por sobreuso y un rápido incremento en los niveles de actividad física, laboral o deportiva.
Otros factores de riesgo son las patologías sistémicas como
- la artritis reumatoide
- la espondilitis anquilosante
- la diabetes
- bajo nivel de estrógenos
- una pobre nutrición
En el mundo del deporte, los factores de riesgo descritos son:
- el exceso de actividad
- la alta intensidad
- las superficies de entrenamiento blandas como el tartán de las pistas de atletismo
- los errores en la técnica deportiva y en el entrenamiento
- la fatiga
- los déficits de fuerza y de flexibilidad
Como ves son muchos los factores que pueden influir en el desarrollo de esta patología
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención de la fascitis plantar pasa por evitar los aumentos súbitos de la intensidad y duración de la marcha o la carrera. Toda actividad física necesita progresión y un proceso de adaptación. También es importante invertir en un buen calzado de calle, deportivo o laboral. Controlar la alimentación y el sobrepeso. Mantener una buena elasticidad de los músculos de la región posterior del muslo y la pantorrilla.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la fascitis plantar es básicamente clínico. Los pacientes suelen referir dolor durante los primeros pasos al levantarse de la cama por la mañana o después de estar un periodo de tiempo de inactividad y posterior reanudación. Es frecuente provocar dolor al presionar en la inserción proximal de la fascia plantar.
La ecografía es un estudio que permite detectar cambios en el grosor y en la ecogenicidad de la fascia. Además de identificar el grosor de la fascia, puede detectar la presencia de calcificaciones, bursitis o roturas de la fascia. Es una técnica no invasiva, rápida, segura, no dolorosa, con una buena relación coste-beneficio, y que permite obtener imágenes de alta resolución muy útiles para confirmar el diagnóstico de la fascitis plantar. Se pueden observar diferencias ecográficas en el mismo paciente entre la fascia plantar sana y la afectada.
La fascitis plantar es una patología autolimitada, es decir su duración está restringida a la propia evolución natural y no por otras influencias. Para algunos autores, el 80 % de los pacientes con fascitis plantar, resuelve su sintomatología antes de los 6 meses pero, algunos caos se cronifican hasta los 18 meses.
¿Cómo se trata?
Como bien dije al inicio, existen múltiples tratamientos médicos, pero no es el fín de este post, lo que quiero es daros consejos que puedas aplicar por sí mismos para mejorar las dolencias de esta patología.
Estilo de vida y remedios caseros
Para reducir el dolor de la fascitis plantar, prueba estos puntos de cuidado personal:
Mantén un peso saludable. El peso extra puede aumentar la tensión en la fascia plantar.
Escoge zapatos con buen apoyo. Compra zapatos con tacones de bajos a moderados, suelas gruesas, buena plantilla ortopédica y amortiguación adicional. No camines descalzo.
No uses zapatos deportivos desgastados. Reemplaza tus zapatos deportivos viejos antes de que dejen de proporcionar soporte y amortiguar tus pies.
Cambia de deporte. Prueba un deporte de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta, en lugar de caminar o correr.
Aplica hielo. Aplica una bolsa de hielo cubierta de tela sobre el área de dolor durante 15 minutos tres o cuatro veces al día. La aplicación de hielo puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Estira los arcos. Los ejercicios caseros simples pueden estirar la fascia plantar, el tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla.
En el siguiente vídeo encontrarás 3 ejercicios caseros que te ayudarán si sufres esta patología, y recuerda:
LOS EJERCICIOS NO SON UN TRATAMIENTO PARA CURAR LA FASCITIS PLANTAR, SON UN COMPLEMENTO PARA ALIVIAR LOS MOLESTOS SÍNTOMAS QUE OCASIONAN